sábado, 3 de noviembre de 2012

Siete novias para siete hermanos



Tercera película y por supuesto no podía faltar. “Siete novias para siete hermanos”, todo un clásico dirigido por Stanley Donen y protagonizado por Jane Powell y Howard Keel, pero por supuesto, igual de importantes que el resto del reparto.
Se estrenó el 22 de julio de 1954 convirtiéndose inmediatamente en todo un éxito.

Ahora es cuando nos preguntamos por qué se acabaron los filmes de este género (musical) a lo que Donen responde: “No creo que haya una respuesta concreta, creo que hay muchas razones diferentes. Pienso que una de ellas es que la televisión apareció en un momento en que los musicales funcionaban bien, y la televisión creó su propio tipo de musical...”

Si sois amantes de los musicales, este film no puede faltar en vuestra lista de películas vistas o por lo menos, pendientes de ver.
Bailarines excepcionales, por no mencionar las magníficas voces de todos y cada uno de ellos.

La banda sonora, es uno de los clásicos en la historia con números musicales y coreográficos realmente excepcionales, a cuya música hay que añadir la viveza de todos los números que representan. 

La historia (adaptada al popular mito del rapto de las Sabinas al escenario del western americano), gira en torno a Adam (Howard Keel) y sus seis hermanos: Benjamin, Caleb, Daniel, Efraín, Frank y Gideon. Los hermanos Pontipee viven en las montañas, lejos de la ciudad. Un día, Adam va a la ciudad y mientras se hace cargo de las tareas, conoce a una hermosa joven por la que se siente inmediatamente atraído, Millie (Jane Powell) a la que le pide casarse con él. Creyendo ella en el amor a primera vista, Millie acepta su proposición. Cuando llegan a la casa de este en las montañas, ella se queda en shock al descrubrir la existencia de los 6 hermanos de Adam, viviendo todos juntos. Cuando sus 6 hermanos ven lo ventajoso que es tener esposa, todos ellos quieren conseguir una también, pero para ello tendrán que aprender modales y Millie comienza a instruirles y enseñarles una educación elemental, de modo que cuando llegue la fiesta de la cosecha puedan impresionar a las chicas de la comarca. 

Me gustaría mencionar una muy pequeña parte de la conversación que mantiene Millie con los chicos que a mi me hace mucha gracia. Ella pregunta: "¿No os gustan las chicas?", a lo que Benjamin responde: "Si apenas sabemos que existen".

A pesar de que abunda lo festivo, la película tiene momentos íntimos e incluso tristes, reforzados por las excelentes canciones, en especial aquella "Lonesome polecat" que los hermanos cantan añorando a las chicas que luego se llevarán emulando el rapto de las sabinas.
Por supuesto, no podemos dejar de mencionar, el famoso y conocidísimo baile, que ha pasado a la historia no ya de los musicales si no del cine, en general, y por mérito propio. Es el baile más espectacular, colorido, enérgico, alegre y divertido que se ha filmado nunca, mezcla de danza y acrobacia, con una música que también ha pasado a la historia. (Momento en el que se hace el duelo entre los hermanos y los chicos de la ciudad)

Aún recuerdo como obligué a mi madre a que la grabara de la televisión para después casi quemarla de tanto verla.

Por último, os dejo aquí mi escena y canción favorita de todas, cuando los nostálgicos montañeses están en el bosque, en medio de la nieve, cortando leña mientras echan de menos a las recién conocidas chicas. Para mí es la escena y la canción más bonita de la película. ¡Me encanta! 



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